El pianista ubriqueño Gregorio Benítez Suárez interpreta para nosotros, e inmerso en un silencio sepulcral (y nunca mejor dicho), el Contrapunctus IX alla duodécima. Y es que el escenario -el cementerio de Villaluenga del Rosario- fue el lugar más propicio que se barajó para llevar a cabo la sesión debido a la espiritualidad de la obra.