Ocuri fue una antigua población hispanorromana situada en el salto de la Mora, cerca de la localidad de Ubrique, conocida por sus restos monumentales, esta población se empezó a descubrir en el siglo XVIII gracias a las excavaciones promovidas por Juan Vegazo, erudito que pretendía descubrir aquí la Pompeya española. Junto al acceso principal de la ciudad está el llamado Columbario, que es en realidad un mausoleo romano con grandes hornacinas para sarcófagos y pequeños nichos para imágenes o urnas. En las ruinas de la ciudad romana las vistas en este privilegiado mirador hacen que se pueda divisar gran parte del Parque Natural de Grazalema.